Los 2 tipos de virus de la influenza que causan epidemias humanas son el A y el B. El virus A se categoriza sobre la base de 2 antígenos de superficie llamados hemaglutininas (H) y neuroaminidasas (N), mientras que el tipo B no es categorizado en subtipos.
Aunque desde 1977 la circulación del virus de la influenza A (H1N1 y H3N2) y del virus B es global, las nuevas formas adoptadas por el virus son el resultado de los cambios antigénicos producidos durante las mutaciones virales. Ya existe el virus H5N3 de la gripe aviar.
El impacto epidemiológico es impredecible si un nuevo virus no ha circulado previamente y no ha generado contacto humano con anterioridad, en tal caso, es capaz de generar pandemias.
Por otro lado, debido a que el virus de la influenza tiene una capacidad de mutar y de transmitirse desde reservorios animales hacia los seres humanos, éstos son capaces de emerger o re-emerger como nuevos virus, con la posibilidad de diseminarse con rapidez y afectar a las poblaciones más susceptibles de contraer la enfermedad y causar epidemias o pandemias, con el consecuente incremento de la mortalidad.
Si bien los virus mutan y las vacunas elegidas generalmente 10 meses antes de la aparición del virus no son específicas para ese virus, sí dan una relativa inmunidad, la efectividad de la vacuna ha sido ampliamente estudiada en poblaciones de residencias de ancianos y la reducción de la enfermedad durante los brotes epidémicos fue de aproximadamente el 40%.
A pesar de que la respuesta inmunogénica puede disminuir con la edad, la vacunación previene las hospitalizaciones y las muertes en un 47-90%. La vacunación reduce la enfermedad por un efecto de inmunidad comunitaria, es decir, un mayor número de individuos protegidos y una menor probabilidad de contagio.
Antes que un cubre bocas ineficiente o eficiente, es mejor la vacunación por lo explicado en el párrafo anterior, es decir: La vacunación reduce la enfermedad por un efecto de inmunidad comunitaria, es decir, un mayor número de individuos protegidos y una menor probabilidad de contagio.
Por lo expuesto, usted amable lector, comprenderá la preocupación de un científico como el Dr. Francis A. Plummer Director General científico de la National Microbiology Laboratory, Public Health Agency of Canada. Y de la secretaria general de la OMS, Margaret Chan.
No obstante las expresiones usadas por ellos, no dudo que con la mejor intención, fueron utilizadas con lo que conocemos en periodismo como “amarillismo”, propio de tabloides y presentaron al Dr. Plummer anunciando un nuevo virus “que nunca ha visto la humanidad”, o a Margaret Chan expresando que: "Toda la Humanidad está bajo la amenaza de una pandemia", "Se han de tomar en serio las pandemias de gripe precisamente por su capacidad para extenderse rápidamente a todos los países del mundo".
Poco o ningún caso le hicieron a las declaraciones de la misma Chan en el sentido de que: "…el mundo está mejor preparado para una pandemia por gripe que en cualquier otra época de la Historia…Ahora no tenemos todas las respuestas, pero las tendremos".
Tampoco explicaron que elevar el nivel de alerta no significa que haya más muertes sino más casos sospechosos en más países.
Todo está muy bien mientras no se den a conocer esas declaraciones con tintes amarillistas y catastrofistas con la idea de que es mejor asustar que sufrir una pandemia, cuando la verdad es que el miedo induce al error.
Declaraciones como las de Plummer y Chan equivalen a gritar fuego en un local cerrado lleno de gente.
Cualquier rescatista preparado para contingencias colectivas o agentes de la ley que manejan conflictos en el que se involucra a muchas personas saben que debemos ser cuidadosos con el lenguaje, porque si gritamos “fuego” en las condiciones antes mencionadas, lo único que lograremos es: muchas personas pisoteadas, heridas y muertas.
En México, por ejemplo, se sufre una depresión económica y una sicosis colectiva (que también es una enfermedad) por los anuncios arriba mencionados, el presidente de la Federación de Cámaras de Comercio (FECANACO) en Tamaulipas, Jesús Melhem Kuri, dijo: “Es terrible, terrible lo que está pasando, no hay movimiento, no hay circulante, están afectados todos los órdenes; esto es peor que una guerra”.
El comercio organizado de la entidad reporta más de un 80 por ciento en pérdidas a causa del manejo mediático de la epidemia de Influenza.
Vale la pena que los grandes científicos reciban entrenamiento para dar este tipo de noticias sin faltar a la verdad, y los periodistas dejen de darle tonos de escándalo a cuestiones donde está en juego, la tranquilidad, la economía, la salud y la vida de la humanidad.
Hasta la próxima.