(Parte 1. versión 2010)
Por Mario Andrés Aquino López
Hace poco tiempo me encontré con un colaborador de un jefe de prensa que me reclamó haber publicado en mi sitio de la red los comentarios de dos compañeros que han insistido en que elGerente de esa compañía está buscando la Presidencia Municipal.
Dijo que el periodismo que practicaba no era serio y que los compañeros que escribieron no decían la verdad, ahí les dejo el mensaje a Armando G. Treviño y a Everardo Hernández, ambos fuentes confiables de investigación periodística, para que le respondan si dicen o no la verdad.
Lo cierto es que muy pocos jefes de prensa son tales, ya en el pasado he escrito sobre la forma cómo, el que fuera jefe de prensa del Ingeniero Zolezzi, aprovechó el puesto en su beneficio personal, al que llegó sin conocimientos ni experiencias previos, hoy voy a insistir sobre algunos detalles de la formación que necesita un jefe de prensa y cuál es su labor.
Para empezar y antes de entrar a ese terreno les adelanto que en el Estado el Jefe de Prensa Mario Ruiz Pachuca al que tuvimos la oportunidad de conocer en el periódico “El Bravo”, llegó a base de esfuerzo y trabajo acompañando al hoy Gobernador desde antes que llegara a la Presidencia Municipal de Cd., Victoria.
Considerando que nadie lo sabe todo, se rodeó de un buen número de colaboradores que como dicen en administración –por necesidades en el servicio- ha tenido que ceder a otras áreas, hablaremos enseguida de algunos de ellos.
Pero antes, los que le han quedado no han respondido a las exigencias de ser colaborador del principal publirrelacionista de Tamaulipas, un ejemplo es Raúl Camacho, un matamorense cuyo sello más distintivo es que es un excelente académico pero nada confiable, no hay una sola cosa que le prometa a alguien, no importa a quien, que la cumpla, y eso porque no sabe decir “no”.
Empezando por su jefe a quien no le ha entregado buenas cuentas, a Camacho lo rodea un aura de desconfianza hacia él cuando pretende convivir con “la raza”, y quizá por su formación se nota que se siente por encima incluso de su jefe, le falta sensibilidad política y manejo periodístico con los medios informativos nuevos o que se ubican de la media hacia abajo.
Toda información contra alguien –por humilde que sea el medio- es de tomarse en consideración y controlar esos ataques abiertos o velados es responsabilidad de quien se dice colaborador cercano del jefe de prensa, al menos cuando éste le encargue que le de manejo a cierta información.
Esto es vital en el último año de gobierno y en plena campaña electoral, porque de no hacerlo bien el titular del ejecutivo actual pagará las consecuencias en el 2011 cuando ya no sea más que un ciudadano común; cuando, hasta los que hoy se dicen sus amigos, lo critiquen con saña como a cualquier árbol caído.
En el PRI está un ex colaborador de Mario Ruiz, su nombre: Jorge Vela, un profesional formado en las aulas, con experiencia en los medios y que ha hecho más que suficiente para defender, cuando ha sido necesario, las declaraciones o actos de su jefe.
Vela es quizá todo lo que se requiere para ser jefe de prensa, pero como nadie es perfecto, le falta ser confiable porque nadie sabe si va a cumplir o no lo que promete, si se va a esconder cuando lo buscan o dará la cara y una buena explicación, tiene a los medios escrito y electrónicos de Internet en una especie de nirvana, por supuesto que a la TV de donde viene, la tiene en primer lugar.
Nada de malo es que tenga preferencias, lo malo es que se note.
En Matamoros, Cecilia Pérez jefa de prensa del Ayuntamiento, es una profesionista con formación académica en el área de la comunicación a la que se ha dedicado toda su vida, para infortunio de ella y de su Presidente Municipal, hay entre ella y él un gran obstáculo que no le permite ser y desarrollar todas sus capacidades.
Su equipo es de regular a bueno, hay excepciones a los que podría calificar de excelentes como los fotógrafos, camarógrafos y algunos redactores de boletines que ya están aprendiendo a elaborarlos.
Por otra parte tiene a varios personajes del gabinete en su contra que filtran información a los medios y hacen “su” manejo de información, en detrimento de la imagen del Presidente y de la propia Jefa de Prensa.
En la Junta de aguas Nora González es una periodista salida de las aulas, fogueada en los medios, sabe del asunto, es fiel a su jefe con quien tiene una comunicación directa y quizá su punto más débil sean sus sentimientos que muchos explotan.
También tiene un camarógrafo que es una excepción en todo Matamoros, maneja lo mismo una cámara de video, que una fotográfica o una computadora donde sabe editar sonido e imagen, es difícil encontrar a alguien con esas cualidades en conjunto.
De ahí en fuera su equipo no está formado por profesionistas y deja mucho que desear, se esfuerzan muchos pero pocos alcanzan la medianía a pesar de que en los medios brillen con luz propia, y es que no es lo mismo ser reportero o jefe de redacción que miembro del área de comunicación, como veremos enseguida.
El área de Comunicación de una empresa o institución, es aquella cuya actividad consiste en mantener y fomentar las relaciones con los medios de comunicación.
El gabinete de prensa sigue con un especial interés las informaciones procedentes de los medios, al mismo tiempo que genera y proyecta hacia ellos noticias o hechos relevantes acontecidos en la organización que representan.
En él hay un Jefe de Prensa, que es la persona de una empresa o institución encargada de las relaciones de tal organización con los medios de comunicación. Su función principal es proporcionar a los medios, información y noticias relevantes de la organización. Dirigiendo y coordinando las actividades de comunicación e información externa, la planificación y propuesta de estrategias comunicativas y relaciones con los medios de comunicación social y los gabinetes de prensa de otros organismos, empresa y entidades públicas y privadas.
Su objetivo general debe ser coordinar las pautas por las que se rige la entidad gubernamental o privada, organizando, dirigiendo y supervisando las actividades periodísticas, a fin de mantener informada a la organización y público en general de las actividades de la entidad.
Dentro de sus múltiples actividades o tareas están la de Planificar, organizar y coordinar las actividades de recolección de información. Planifica, coordina y supervisa la publicación de los órganos informativos internos. Organiza y diseña estrategias periodísticas.
Aquí me quiero detener para preguntar a los candidatos, precandidatos, gobernantes en funciones y directores de empresas ¿alguien alguna vez les ha presentado un diseño realista de estrategias periodísticas? dejando la respuesta a quienes va dirigida, continúo:
Coordina y dirige todas las pautas periodísticas de las distintas actividades que se realizan en las dependencias de la Institución. Supervisa y coordina campañas de promoción y difusión de las actividades de la Institución. Coordina los archivos de prensa y fotografía periodística de la Institución. Coordina y supervisa las actividades del personal a su cargo, relacionado con los reportajes, entrevistas, documentales u otros.
Coordina los servicios fotográficos. Selecciona material de información de interés para la Institución.
Evalúa y califica al personal a su cargo. Obtiene información a través de ruedas de prensas, entrevistas y encuestas a personas relacionadas con los hechos y/o acontecimientos que constituyen noticias. Presta apoyo a unidades de la Institución en actos públicos y privados.
Redacta material informativo y mensajes institucionales. Revisa y autoriza las requisiciones de materiales y equipos de trabajo. Opera el microcomputador para acceder a información.
Por si fuera poco entre sus obligaciones tiene como objetivo cumplir con las normas y procedimientos en materia de seguridad integral, establecidas por la organización, mantener en orden equipo y sitio de trabajo, reportando cualquier anomalía, elaborar informes periódicos de las actividades realizadas y realizar cualquier otra tarea afín que le sea asignada.
¿Superman? No, sólo un jefe de prensa. Mañana la segunda parte.
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Los Jefes de Prensa (2010) Parte 2.
Por Mario Andrés Aquino López
En la colaboración anterior dejé claro que hay pocos jefes de prensa con formación profesional, algunos con dificultades para que se establezca una relación directa con su jefe y otros con debilidades propias de cualquier ser humano.
En esta ocasión me refiero a un jefe de prensa “sui generis” que no tiene formación profesional, que tiene relativamente poca experiencia en los medios pero que sin embargo ha cumplido con los estándares internacionales de competencia que se requieren para este puesto.
El Lic. Concha Mateos Martín, Doctorado en Ciencias de la Información, en su trabajo “Descripción de la estructura funcional del gabinete de prensa político en los entornos informativos locales” afirma que el jefe de prensa está ahí para que:
Vehicule, promueva, gestione y facilite la presencia de la Cosa en la agenda de los medios informativos. Aplique a los mensajes informativos estrategias propias de los medios de comunicación, de forma que se superen mejor los filtros que los medios aplican a la hora de seleccionar la información que publican. Contribuya a la permanente adaptación y renovación de fórmulas que cualquier institución pública o privada debe procurar mantener frente a los cambios generados por la evolución de las formas sociales cono el paso del tiempo.
Sabiendo que para eso queremos un gabinete de prensa, resulta sencillo desprender o deducir las características que deben acompañar a la persona que lo gestione –hablamos de un supuesto en el que se contempla sólo a una persona para gestionar las relaciones informativas–. Y hablamos de ese supuesto porque así plantean las organizaciones inicialmente su demanda.
Una tarea clave del gabinete de prensa precisamente consiste en diseñar una dosificación de las exclusivas que mantenga atendidos a todos los medios, no sólo a los considerados más importantes por su audiencia o prestigio.
También conviene en este campo de las relaciones públicas contactar a veces con los periodistas para sugerirles temas en los momentos de sequía informativa, pero temas que no se vinculen con la organización para la que se trabaja. Es decir, funcionar a veces como un redactor del medio o agencia a la que se trata de "conquistar" y sugerirles asuntos que hemos visto o conocido y que nos parece que son interesantes para que ellos los tomen. Ese tipo de detalles de solidaridad entre periodistas puede funcionar muy bien para que el jefe de prensa de una organización política sea percibido como un profesional más de los medios que de la organización, porque tales detalles demuestran conexión con el punto de vista de los periodistas de medios.
Nos queda tan sólo añadir un aspecto decisivo a la configuración de funciones del gabinete de relaciones informativas: la comunicación interna.
El periodista que trabaja en una entidad no debe perder sus artes de oficio periodístico y por ello debe mantener una relación de permanente curiosidad y rastreo entre todos los estamentos, áreas, departamentos y secciones de la Cosa.
Se trata, en definitiva, de que el periodista se comporte con las personas de la organización para la que trabaja como si no les conociera de siempre y como si fuera un periodista que llega de un medio y tiene la oportunidad de hacer una entrevista con detenimiento a alguien. El periodista “dentro de la Cosa” debe seguir trabajando como si fuera de “fuera de la Cosa”.
Este es el caso de Enrique Salinas jefe de prensa del Sindicato de Jornaleros y Obreros Industriales y de la Industria Maquiladora, que ha sacado de aprietos a su jefe Juan Villafuerte líder de ese sindicato, usando tacto y manejo periodístico que ha adquirido durante su función, en su función previa con Ramón Sampayo y en el trato con otros periodistas.
De ese modo logró que el caso del hijo de Juan Villafuerte a quien se acusó y procesó por homicidio, se llevara en los medios de una manera tranquila.
La entrega a las autoridades del hijo, por parte del propio padre, Juan Villafuerte, lo elevó ante los ojos de la comunidad.
Se ha involucrado en las actividades del sindicato y en el departamento que lo requiera o no, pero necesite un vocero o alguien que controle la prensa, acude de inmediato, es parte de un Comité para prevenir daños mayores durante los huracanes donde es también vocero oficial.
Quizá su mayor problema es que todo eso es mal visto por el Comité Ejecutivo del SJOIIM que no saben cuan útil les puede ser.
Un sindicato, partido, institución, asociación, fundación... debe seguir creando el vínculo informativo entre sus miembros que pueda generar entre todos ellos y desde todos ellos hacia la sociedad un discurso homogéneo, organizado, coherente, unívoco y armónico.
Algo más que le falta, es lo que sugiere el autor citado: “…a todos los miembros del sindicato, partido, institución, asociación, fundación... hay que susurrarles informativamente una interpretación única y colectiva del contexto de actualidad, para que todos ellos sostengan de forma orquestada la visión y tesis centrales de la entidad (en este caso el Sindicato). La entidad debe sembrar sus planteamientos internamente para que de forma colectiva y permanente, a través de todas sus bocas, la entidad hable a la sociedad, más allá y más acá de los medios masivos, públicos y comerciales de comunicación.”
Menos lo dejarán editar y distribuir el órgano oficial de información interna y elaborarlo con estilo periodístico, competente, equiparable al de cualquier medio de información convencional.
Si bien ha hecho lo posible por relacionarse con las distintas áreas no en todas ha sido bien recibido, recientemente hicieron que se quitara el Departamento de Prensa, dejando sin trabajo a Secretarias y reportera gráfica en obvia oposición a las ideas sindicalistas, aún más que según nos han hecho saber, no fueron liquidadas conforme a la ley.
Una vez que hemos tocado la relación del jefe de prensa con el entramado interno de la organización, sabemos que dentro de una organización social se suelen mover más informaciones de las que llegan a oídos del jefe de prensa que está vinculado de forma casi exclusiva a la cabeza directiva, lo que requiere una absoluta confianza del jefe hacia el publirrelacionista y vocero.
Es una pena que la situación en el SJOIIM haya llegado al grado de que Juan Villafuerte dijera: “no estamos acabados”; al respecto hay una frase que dice: “disculpa no pedida, culpabilidad manifiesta”.
¿Por qué habríamos de creer que está en problemas una organización que ha fundado 3 o 4 fraccionamientos exitosamente, tiene ranchos, gimnasios, incluso un Hospital del que nos ocuparemos en otra ocasión, tuvo un periódico que con mucha visión fundó Don Agapito González Cavazos (QEPD) y se llamaba CETEME haciendo un juego de palabras entre las siglas de la Confederación de Trabajadores de México y las palabras “se teme”, y posee una cuantiosa fortuna resguardada en bancos y financieras?
¿Por qué estaría acabado uno de los más fuertes sindicatos de Tamaulipas?
Este lapsus que cometió Juan ante un reducido y selecto grupo de comunicadores (a la cual no fui convocado) y que se seleccionó porque no deberían hacerle preguntas difíciles acerca de su ausencia y de su supuesto secuestro y pago de rescate con el dinero de los obreros, versión que al parecer es falsa pero en la situación policíaco militar y de inseguridad que vive México, estamos dispuestos a creer cualquier cosa, en el caso, no sólo debió negar si le preguntaron sino que debió mostrar pruebas que el pueblo y sobre todo sus agremiados, merecen.
Como vemos la tarea de Enrique Salinas no es fácil, ha estado llena de obstáculos y de intrigas, pero ha demostrado que sin preparación académica, sin título profesional ni mucha experiencia es un periodista nato que intuitivamente sabe cómo mover las piezas del ajedrez político-informativo en que se han convertido las relaciones entre los medios de comunicación y los líderes sindicales, políticos, etc.
¿Que tiene defectos? seguramente, pero creo que lo dicho en el párrafo anterior es un gran mérito que hace palidecer sus fallas.