domingo, 29 de marzo de 2009

ACCION VS DEBATE

Por Mario Andrés Aquino López.

Hace algún tiempo me llegó un correo electrónico con un artículo que contenía varias críticas acerca del Festival Internacional de Tamaulipas firmado por Gastón Alejandro Martínez (Ciudad Madero, 1956).

Dice Su perfil que estudió letras hispánicas en la Universidad Nacional Autónoma de México.
Poeta, compositor y editor de vocación, actualmente se gana la vida como publicista.
Es autor del poemario "Solar de pájaros" (CONACULTA, 1989) y del libro "La Música" (Ediciones Sin Nombre, 2006), el primero de una trilogía con el mismo nombre. El Horizonte es un libro escrito entre 1986 y 1992. La mayor parte de la obra de Gastón Alejandro se encuentra inédita.

Como no concordaba con algunas cosas, quizá porque no las entendí en ese momento, inste a quien estuviera en desacuerdo con el FIT, a proceder como lo había hecho CLETA en el FIC, aunque al parecer no me expliqué bien.

Pasó mucho tiempo y buscando información encontramos en el blog http://resistenciaculturaltamaulipas.blogspot.com/ el escrito al que me refiero y que publiqué en mi página www.noticiasdelared.net,y en muchos otros sitios que me hacen favor de publicarme, con una contestación de Gastón Alejandro, donde se congratula de que haya, al menos la esperanza de, un debate inteligente sobre el FIT.

Ese mismo día, un dilecto amigo que vive en el Metroplex me envió algunos pensamientos hindúes, uno de ellos parece encajar a la perfección con lo que dije en el primer artículo:
“A los ignorantes los aventajan los que leen libros. A estos, los que retienen lo leído. A estos, los que comprenden lo leído. A estos, los que ponen manos a la obra.”

El pensamiento viene bien a lo escrito porque sencillamente pido que los que no estén de acuerdo que manejen la cultura un grupo de damas bien intencionadas, pero en general ignorantes de lo que es un espectáculo realmente cultural o artístico, deben hacer algo que se sienta.

Para mi es inspirador que CLETA se haya plantado en Guanajuato y haya hecho su festival callejero alternativo, comprendo que aquí sería algo difícil poner de acuerdo a los artistas, pero todo el que toque un instrumento, maneje con habilidad las marionetas, haga guiñol, teatro o cualquier otra expresión de arte, se debe unir a un movimiento que salga a la calle en los días en que se presenten los artistas del FIT y presenten su FAT (Festival Alternativo Tamaulipas) y si existen fuentes alternativas de donde tomar recursos, será más fácil viajar, llegar y divertir al pueblo que amamos todos, que por cierto hoy no puede pagar un boleto para ir al teatro.

Sabemos que eso tendrá un costo político, que quizá habrá represión, pero consideramos que el riesgo vale la pena, que lo peor que alguien puede hacer, es dejar de hacer.

Según otro adagio que me envió mi amigo, en la India se dice que: “Quien se dispone a declarar la verdad, deberá tener ya plantado su pié en el estribo”.

Quizá la cultura, los artista y el pueblo todo, pueda ganar a la larga, a la corta sólo habrá penurias, quizá por eso no todos estén dispuestos a hacer este ejercicio que dejo en manos de quienes se encuentran inmersos en el mundo cultural tamaulipeco, que realizan sus actividades con voluntad y vocación sin esperar un puesto público, haciendo votos porque todo salga bien, desde ahora les ofrezco mi apoyo como periodista y académico.

Esperamos noticias.

jueves, 26 de marzo de 2009

¡Ah! La Ley

Por Mario Andrés Aquino López

México sin duda alguna está de cabeza pero en el fondo las cosas siguen siendo igual, recuerdo que mi Maestro Ignacio Soto Gordoa decía, no en su clase sino en conversaciones fuera de aula, que en México: “El Derecho penal es para los pobres y el Derecho Civil para los ricos” a lo largo de mi práctica profesional entendí que esto era y es cierto ¿ustedes han visto un rico castigado por la ley penal?

Pero aún más, en su desesperación el Sr. Felipe Calderón sacó ilegalmente al Ejército a la calle violando el artículo 129 Constitucional; si usted viaja por el territorio nacional sabrá que en cualquier paraje lo detiene: el ejército, la Policía Federal Preventiva, la Agencia Federal de Investigaciones o la policía federal que se le ocurra inventar en esta semana al Gobierno Federal, y le piden que se identifique violando flagrantemente el artículo 11 Constitucional que dice: “Todo hombre tiene derecho para entrar en la república, salir de ella, viajar por su territorio y mudar de residencia, sin necesidad de carta de seguridad, pasaporte, salvo-conducto u otros requisitos semejantes.
El ejercicio de este derecho estará subordinado a las facultades de la autoridad judicial, en los casos de responsabilidad criminal o civil, y a las de la autoridad administrativa, por lo que toca a las limitaciones que impongan las leyes sobre emigración, inmigración y salubridad general de la república, o sobre extranjeros perniciosos residentes en el país.”

Si mañana se le ocurre al Ejército se mete a un domicilio y registran todo, es más, en los “retenes militares” donde un inocente jovencito vestido de soldado se sube y le dice que están ahí para “cumplir con la Ley Federal de Armas y Explosivos” como si usted fuera un terrorista, enseguida lo bajan y lo hacen abrir todas sus maletas disque buscando droga y armas, y claro, violando el artículo 13 Constitucional que dice: “Nadie puede ser juzgado por leyes privativas ni por tribunales especiales. Ninguna persona o corporación puede tener fuero, ni gozar más emolumentos que los que sean compensación de servicios públicos y estén fijados por la ley.
Subsiste el fuero de guerra para los delitos y faltas contra la disciplina militar; pero los tribunales militares en ningún caso y por ningún motivo, podrán extender su jurisdicción sobre personas que no pertenezcan al ejército. Cuando en un delito o falta del orden militar estuviese complicado un paisano, conocerá del caso la autoridad civil que corresponda.”

Como sabemos los soldados han violado, han matado, han violentado la ley en perjuicio de los civiles y no hay uno solo que haya sido llevado ante un tribunal civil.

Es obvio que las diferentes corporaciones militares y policíacas violan la ley y basta leer el artículo 14 Constitucional: “A ninguna ley se dará efecto retroactivo en perjuicio de persona alguna. Nadie podrá ser privado de la libertad o de sus propiedades, posesiones o derechos, sino mediante juicio seguido ante los tribunales previamente establecidos, en el que se cumplan las formalidades esenciales del procedimiento y conforme a las leyes expedidas con anterioridad al hecho.”

Pero aún hay más: el artículo 16. Dice: “Nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito de la autoridad competente, que funde y motive la causa legal del procedimiento. (Reformado en su integridad mediante decreto publicado en el diario oficial de la federación el 18 de junio de 2008) No podrá librarse orden de aprehensión sino por la autoridad judicial y sin que preceda denuncia o querella de un hecho que la ley señale como delito, sancionado con pena privativa de libertad y obren datos que establezcan que se ha cometido ese hecho y que exista la probabilidad de que el indiciado lo cometió o participo en su comisión.
La autoridad que ejecute una orden judicial de aprehensión, deberá poner al inculpado a disposición del juez, sin dilación alguna y bajo su más estricta responsabilidad. La contravención a lo anterior será sancionada por la ley penal.”

Como todos sabemos este precepto constitucional es vulnerado todos los días, porque las corporaciones militares y policíacas ahora son adivinas y saben antes de cualquier investigación quién es o no es delincuente, si pertenece al crimen organizado o es terrorista.

¡Ah! Pero por la frontera pasan diario miles de armas de alto poder que luego encuentran en las calles -y pasan, por su ineptitud- por las riberas del Bravo y el Suchiate y cualquier autoridad civil y hasta militar sabe quién las transporta y cómo, por donde y para quién.

Todo lo anterior se aplica al pueblo llano, a nosotros los que no tenemos un nombramiento ni “rey que nos ampare” (luego de que la Constitución está prácticamente derogada) pero a los gallones, a los que han disfrutado de emolumentos y posiciones desde las cuales ni volteaban a ver al pueblo, a esos sí les preocupa la Ley cuando supuestamente la violan en su perjuicio.

Quizá tengan razón y qué bueno que ellos se puedan defender, pero en realidad a mi me da vergüenza que existan casos como el del Lic. Ricardo Iran Rodríguez González a quien no tengo el honor de conocer y de quien no me cabe duda que es un hombre honesto que fue Presidente del Tribunal Electoral Estatal Electoral y que, ahora que dejó de serlo, invocando un error de procedimiento que en realidad es “pecata minuta” quiere no sólo seguir cobrando sino cobrar retroactivamente todo y asegura “Ejercí y sigo ejerciendo la presidencia del TEE”
Claro que un personaje de esa altura que es despojado de sus salarios justamente devengados “Reclama del TEPJF la protección de SUS derechos políticos y electorales” y seguramente lo conseguirá.

“Órale”, como dicen los jóvenes, hay que encender todos los reflectores y enfocarlos a un Presidente de un Tribunal que no quiere dejar de serlo y olvidarnos que hay retenes, violación de domicilios sin orden de cateo, violación sexual de mujeres y hombres, que se violentan todos los días los derechos constitucionales de los ciudadanos que NO QUIEREN beneficio alguno, sólo que respeten la Constitución, para darle atención al Presidente del TEE.

Cuando uno de esos ciudadanos comunes pide justicia, individuos como el que hoy pide justicia para sí mismo, ni los ve ni los oye, le da largas al asunto y aplica todo el peso de la burocracia para que den todas las vueltas posibles antes de responder, un escrito a la vez.

Ahora resulta que a ese señor se le violaron sus derechos, bueno para que sepa que se siente, y por supuesto que estamos con él para incluso ayudarlo a reclamar sus derechos siempre que no se convierta en una cortina de humo que oculte las graves violaciones a la Constitución que sufren los ciudadanos comunes.

No pretendemos que se calle, buscamos que grite junto con todos los mexicanos dolidos por este régimen opresor y violador consuetudinario de la ley, que ayude a otros que como a él, los Gobiernos Federal, Estatal y Municipal le han violado sus garantías constitucionales y sus derechos humanos.

Qué bien que alguien tenga el dinero, las influencias y el conocimiento para protestar y demandar, ¡Qué lástima! Que sólo a él se le vaya a hacer justicia. Por supuesto que queremos que se le haga justicia, pero también a los miles y miles de ciudadanos mexicanos que sufren un estado militar y policíaco.
Esperamos ingenuamente: “Que así sea”.

domingo, 22 de marzo de 2009

EL AGUA Y LA POBREZA EN EL DIA MUNDIAL DEL AGUA

Por Mario Andrés Aquino López

Al abordar el tema, Sobre conceptos y medidas de pobreza, Amartya K. Sen asegura que es muy difícil encontrar un concepto y una medida de la pobreza, y analiza:
El concepto económico de igualdad/desigualdad
La idea de que el concepto de pobre­za es equiparable al de desigualdad tiene una plausibilidad inmediata. Al fin y al cabo, las transferencias de los ricos a los pobres pueden tener un efecto considerable en la pobreza en muchas sociedades. Incluso la línea de pobreza que se usa para identificar a los pobres ha de establecerse en relación con estándares contempo­ráneos en la comunidad de que se trate.
Así, la pobreza podría parecer muy similar a la desigualdad entre el grupo más pobre y el resto de la comunidad.

El enfoque biológico
En su famoso estudio de principios de siglo sobre la pobreza en York, Seebohm Rowntree definió las fa­milias en situación de “pobreza pri­maria como aquellas” cuyos ingresos totales resultan insuficientes para cubrir las necesidades básicas rela­cionadas con el mantenimiento de la simple eficiencia física. No sorprende que consideraciones biológicas rela­cionadas con los requerimientos de la supervivencia o la eficiencia en el trabajo se hayan utilizado a menudo para definir la línea de la pobreza, ya que el hambre es, claramente, el aspecto más notorio de la pobreza.

Privación relativa
El concepto de “privación relativa” se ha utilizado con buen fruto para analizar la pobreza (Runciman, 1966 y Towsend, 1974), sobre todo en la li­teratura sociológica. Ser pobre tiene mucho que ver con tener privacio­nes y es natural que, para un animal social, el concepto de privación sea relativo. Sin embargo, en el término “privación relativa” están conteni­das, al parecer, nociones distintivas y diversas.

Una distinción tiene que ver con el contraste entre “sentimientos de pri­vación” y “condiciones de privación”. Peter Townsend (1974:25-26) ha sos­tenido que “la última sería una mejor acepción”. Hay mucho que decir a favor de un conjunto de criterios basados en condiciones concretas, que permitieran usar el término “privación relativa” en un “sentido objetivo para describir situaciones en las cuales las personas poseen cierto atributo deseable, menos que otras, sea ingreso, buenas condiciones de empleo o poder” (Wedderburn, 1974:4).

Por otra parte, la elección de las “con­diciones de privación” no puede ser independiente de los “sentimientos de privación”. Los bienes materiales no se pueden evaluar, en este contex­to, sin una referencia a la visión que la gente tiene de ellos; incluso si los “sentimientos” no se incorporan de manera explícita deben desempeñar un papel implícito en la selección de los atributos.
Townsend ha insisti­do, con acierto, en la importancia de “definir el estilo de vida general­mente compartido o aprobado en dada sociedad y evaluar si (...) hay un punto en la escala de la distribu­ción de recursos por debajo del cual las familias encuentran dificultades crecientes (...) para compartir las costumbres, actividades y dietas que conforman ese estilo de vida” (Tow­send, 1974:36).
Sin embargo, para definir el estilo y el nivel de vida, cuya imposibilidad de compartir se considera importante, hay que tener también en cuenta los sentimientos de privación. No es fácil disociar las “condiciones” de los “sentimientos” y, un diagnóstico objetivo de las pri­meras requiere una comprensión adecuada de los segundos.

¿Un juicio de valor?
En tiempos recientes, muchos au­tores han expuesto de modo con­vincente la concepción de que “la pobreza es un juicio de valor: Con­cebir como algo que se desaprueba y cuya eliminación resulta moral­mente buena parece natural. Más aún, Mollie Orshansky (1969:37) prominente autoridad en la mate­ria, ha dicho que “la pobreza, como la belleza, está en el ojo de quien la percibe”7. El ejercicio parecería ser, entonces, fundamentalmente sub­jetivo: Desplegar las normas mora­les propias sobre las estadísticas de privación.

Me gustaría argumentar en contra de este enfoque. Es importante dis­tinguir las distintas maneras en que la moral se puede incorporar en el ejercicio de medición de la pobre­za. No es lo mismo afirmar que el ejercicio es prescriptivo de por sí que decir que debe tomar nota de las prescripciones hechas por los miembros de la comunidad. Descri­bir una prescripción prevaleciente constituye un acto de descripción, no de prescripción. Ciertamente, puede ser, como ha dicho Eric Hobsbawm, que la pobreza “se defina siempre de acuerdo con las convenciones de la sociedad donde ella se presente” (Hobsbawm, 1968:398).
Pero esto no convierte al ejercicio de medirla en una sociedad dada en un juicio de valor, ni en un ejercicio subje­tivo de algún tipo. Para la persona que estudia y mide la pobreza, las convenciones sociales son hechos ciertos (¿cuáles son los estándares contemporáneos?), y no asuntos de moral o de búsqueda subjetiva (¿cuáles deberían ser los estándares contemporáneos?, ¿cuáles deberían ser mis valores?, ¿qué siento yo res­pecto de todo esto? (Esto no niega, en manera alguna, que los va­lores propios pueden afectar implícitamente la valoración de los hechos, como sucede con mucha frecuencia.
La afirmación tiene que ver con la naturaleza del ejercicio, el cual se ocupa de valorar los hechos, y no con la manera como se realiza típicamente la valo­ración ni con la sicología que está detrás del ejercicio (el médico vinculado a la pensión de estudiantes en la cual me hospedé en Calcuta se rehusaba a diagnosticar la gripe porque consideraba que “esa enfermedad no debería ser una razón para quedarse en cama”).

La cuestión es, en cierta forma, comparable con la influencia de los intereses en los valores de una persona. Para un importante análisis histórico de diversos aspectos de esa relación (Hirschman, 1977).)

Si la sociedad piensa que no se debe permitir que las personas mueran de hambre o de frío, entonces definirá la pobreza como la falta de comida y techo necesarios para conservar la vida. Si la sociedad siente que tiene alguna responsabilidad de brindar a todas las personas una medida es­tablecida de bienestar que vaya más allá de la simple supervivencia, por ejemplo, buena salud, entonces debe­rá añadir a la lista de cosas necesarias los recursos para prevenir o curar la enfermedad.
En cualquier momento, una definición de política refleja un equilibrio entre las posibilidades y los deseos de una comunidad. En sociedades donde los ingresos son bajos, la comunidad difícilmente puede comprometerse más allá de la supervivencia física. Otras socie­dades, más capaces de apoyar a sus ciudadanos dependientes, empie­zan a considerar los efectos que el pauperismo tendrá, tanto sobre los pobres como los que no lo son (U.S. President’s Commission on Income Maintenance,1969:8).

la pobreza ha de consi­derar como un ejercicio descriptivo, que evalúa las penurias de las per­sonas en términos de los estándares prevalecientes de necesidades. Es un ejercicio empírico y no ético, en el cual los hechos se relacionan con lo que se considera como privación y no directamente con las políticas recomendadas. La privación referida tanto aspectos relativos como abso­lutos, como se ha argumentado.

Observaciones de Amartya K. Sen
La pobreza es, por supuesto, un asun­to de privación. El reciente cambio de enfoque —especialmente en la literatura sociológica— de la priva­ción absoluta a la relativa ofrece un provechoso marco de análisis. Pero la privación relativa resulta esen­cialmente incompleta como concep­ción de la pobreza y complementa (aunque no sustituye) la perspectiva anterior de la desposesión absoluta. El tan criticado enfoque biológico, que requiere una reformulación sustancial, mas no el rechazo se re­laciona con este núcleo irreducible de privación absoluta, manteniendo los problemas de la muerte por in­anición y el hambre en el centro del concepto de pobreza.

La visión frecuentemente recomen­dada, de la pobreza como un proble­ma de desigualdad, no hace justicia a ninguno de los dos conceptos. La pobreza y la desigualdad se relacio­nan estrechamente pero son concep­tos que se diferencian con claridad y ninguno se subsume en el otro.

Hay buenas razones para concebir la medición de la pobreza no como un ejercicio ético, como se postula con frecuencia, sino como uno descripti­vo. Más aún, es posible afirmar que la “definición de política” de la pobreza, que tanto se utiliza, está equivoca­da en lo fundamental. Describir las dificultades y padecimientos de los pobres en términos de los estándares predominantes de “necesidades” in­volucra, por supuesto, las ambigüe­dades inherentes al concepto de po­breza; pero una descripción ambigua no es lo mismo que una prescripción (Sen, 1980).
En cambio, la ineludible arbitrariedad que resulta de elegir entre procedimientos permisibles y entre posibles interpretaciones de los estándares prevalecientes, requiere tomarla en cuenta y darle un trata­miento apropiado. (Tomado de la Revista Corporación Región # 45)
En otros trabajos diferentes al anterior, autores como Stephen Carter al estudiar a Shakespeare dice que tenemos una estrategia de formulación determinista dudosa, el error es que vivimos en una era de determinismo, creemos que todos los fenómenos internos de la conciencia humana son "causados por los eventos o condiciones externas a (nuestro) conocimiento.

Como un paréntesis, dice, todas las peores' ismos' de los dos últimos siglos han publicado de esta mentalidad: el determinismo de género, de raza (eugenesia), el determinismo económico (el marxismo), la lista es bastante extensa. Esas ideologías pertenecen al interior de la vida cotidiana de la humanidad, por lo general tratan de explicarlo como «síntomas» de la miríada de formas externas de la injusticia social.

Poder, dice Carter, puede ser definido como el uso de la fuerza coercitiva para influir o controlar el comportamiento de la gente, por lo general para promover los intereses de uno mismo o los demás, positiva o negativamente. El poder es neutral, no es, por definición, benévolo o corruptos. Debemos guardarnos de creer ingenuamente que el poder es el problema, cuando en realidad el poder es necesario en las sociedades humanas.

Dice Carter: Yo realmente soy el capitán de mi alma. Así, Macbeth fue corrompido por su deseo de poder interno. Otelo fue dañado por su interior sentimiento de insuficiencia ante una joven esposa, y la voluntad para pensar en su traición.

Por supuesto y aun cuando no lo menciona el autor citado, El Rey Lear murió debido a su irresponsabilidad y sus errores de juicio.

Esta creencia errónea de que los acontecimientos externos y las condiciones de "control" son la causa de todas las cosas es la que ha llevado al estado de cosas, o sea, para Carter los millones de pobres surgen por causa de ellos mismos, los explotados lo son por su propia culpa y las víctimas son responsables de los delitos que padecen.

En nuestra opinión
La verdad no es absoluta, es cierto, pero parece que son absolutamente falsos estos argumentos anti deterministas.

Tal vez la mejor explicación para definir la pobreza es sufrirla, porque como dice Agustín de Hipona: “yo sé bien qué es el tiempo, pero si me lo preguntas no lo podría definir”, así todos sabemos qué es la pobreza, pero quizá no la podríamos definir.
Si consideramos que es un estado de carencia o privación, ésta incluye la falta o escasez de AGUA.

El 22 de marzo fue el “Día del Agua”, algo que los pobres no tienen o la que tienen es de muy baja calidad, porque tanto la Comisión del Agua Mundial, Internacional y Nacional (CNA) están constituidas por “organismos operadores de agua”, es decir semi privados y privados, a los que los políticos les entregaron un recurso como es el agua, que no se puede crear, pero se puede re-novar (1. restaurar a un estado anterior, como por la reparación o remodelación. 2. Para impartir nuevo vigor, revivir).

Como empresas, ellos lo ven como un bien sujeto a la oferta y la demanda, un negocio cuyo artículo en venta es un bien que tradicionalmente consideramos de todos pero que ellos se han apropiado con la connivencia y complicidad de los políticos en perjuicio de los pobres que no están definidos, pero ahí están, “Generalmente no se encuentra las vías para salir de la pobreza porque se desconoce la complejidad con la que se repite la pobreza.”
Dice el Economista Virgilio Ramos Ballarte en su investigación: LA EDUCACION Y LA CIRCULARIDAD DE LA POBREZA.
A los organismos operadores del agua, a los políticos y a los grandes capitalistas (nada hay que atacarles a los capitalistas que no son gigantes) le conviene la actitud de “los estadounidenses pobres, que tienen habitualmente el suficiente tacto para permanecer invisibles ante la clase multimillonaria.” Como dice Barbara Ehrenreich en “Hacer añicos el capitalismo “.

Pero eso no hace que sus conceptos y políticas sean justos, que se estén beneficiando con un elemento de la naturaleza aprovechando que es indispensable para la vida.

Estoy de acuerdo con los autores citados por Amartya K. Sen, y desde luego con dicho autor, es hora de definir qué es pobreza, qué es abuso, qué es delito de lesa humanidad y hasta genocidio en algunos casos, es hora que los pobres dejen de ser invisibles.

lunes, 16 de marzo de 2009

LA UNIVERSIDAD PÚBLICA SEGÚN GONZALEZ DE ALBA

Por Mario Andrés Aquino López.

Bien dicen que no hay peor fanático que un converso y el mejor ejemplo es Luis González de Alba, un ex luchador social ahora metido a redentor de los ricos y los poderosos, recientemente, un muy apreciado amigo que obviamente no piensa como yo sino como González de Alba, me hizo llegar un bodrio de dicho autor en el que casi entierra a la Universidad Pública, donde, por cierto, se formó.

A cualquiera se le puede ocurrir preguntar: ¿si ese individuo se formó en una Universidad Pública le viene a él los calificativos que les da a todos los que se formaron en una Institución Oficial?

Dice, y cito textual: “Que la UNAM pide cooperación, a quien pueda darla, para un programa de becas destinado a estudiantes a quienes no basta la gratuidad y necesitan sostenimiento… los gritos incendiarios no se hacen esperar: ¡A la lucha, compañeros! Y ponen cadenas en sus escuelas.”

Me pregunto ¿no hizo lo mismo este sujeto cuando no le pagaban sus ahora patrocinadores? ¿No es con becas privadas como lo han comprado? ¿Pensará que nos lo imaginamos como una “mente brillante”?

Los gritos y reclamos de los universitarios mediocres que cita y con los que claro no estoy de acuerdo, son los mismos que él y su grupo hacían en el 68 pero que ya olvidó luego de que “lo arreglara” Luis Echeverría.

El señor seguirá dedicando sus esfuerzos a servir a sus amos como siempre lo ha hecho, con sumisión, pero de su opinión sobre la Universidad Pública a la del Subsecretario de Educación Superior, Rodolfo Tuirán Gutiérrez, me quedo con la de éste último, no porque me convenga más sino porque está más apegada a la realidad; Tuirán, el día 12 de marzo de 2009 en Ciudad Victoria, Tamaulipas dijo a la periodista María Jaramillo lo siguiente:

“Más de 600 mil estudiantes de educación superior viven en condiciones de pobreza extrema, por lo que la Secretaría de Educación Pública (SEP) ha fortalecido su sistema de becas y se han creado más de 125 mil espacios a efecto de que más jóvenes accedan a la educación superior.

El subsecretario de Educación Superior de la SEP, Rodolfo Tuirán Gutiérrez, dijo que dependiendo de la profundidad de la crisis se espera que estudiantes abandonen las instituciones de educación privada y por lo tanto se incremente la demanda en las universidades públicas.”

Claro que esto no le gustará a los promotores del Tec de Monterrey o de la Ibero, pero es una realidad, muy pocos privilegiados pueden pagar las colegiaturas y pagos por recibirse de esas instituciones, y esto no se debe a que “no (les) basta la gratuidad y necesitan sostenimiento” sino a una realidad de la que hace muchos años se alejó González.

Lo invitamos a que recorra ese México que ha olvidado, el de los pobres y marginados, aunque piense que son pobres y marginados por la culpa de ellos mismos, porque son ignorantes y estúpidos, pero la realidad es que hay millones de pobres en México y basta caminar cien metros hacia cualquier parte fuera de los centros turísticos o de las avenidas principales bien iluminadas y asfaltadas, para darse cuenta que no todo es como lo quiere hacer creer el gobierno, en el mismo tono y en exacta analogía de los priístas del 68 al 99, los que siguieron, lo hicieron igual.

No se puede ni se debe tratar de ocultar una realidad social con expresiones viscerales contra el alma mater que lo formó.

Bien podríamos parafrasear un discurso que pronunció González: “En la izquierda, como en la derecha, como en el PRI” y en el PAN “nos hemos acostumbrado a mentir. Dijimos a los trabajadores de la UNAM, cuando queríamos construir un sindicato, tal cantidad de verdades parciales acerca de su condición, que elevamos el burocratismo sin mejorar mucho la organización; otro tanto hicimos poco después con los profesores, los llenamos de argumentos para justificar los abundantes casos en que el rendimiento académico es bajo: es que el transporte, es que los cubículos, es que el precio de los libros, es que, es que… Pero el profesor cumplido lo sigue siendo a pesar de las, en efecto, mediocres condiciones de enseñanza. Hasta que alguna asamblea lo declare esquirol” mientras tanto debe dedicarse a enseñar sin pedir nada, callado y con la cabeza baja como corresponde (…). “Ahora va el turno de los estudiantes. Sabemos muy bien qué decirles para arrancar aplausos. Sabemos muy bien qué desean oír y llegamos a decirlo, a batirnos unos y otros en nuestra autocomplacencia.” Sabemos que la letra con el estómago vacío no entra…Sabemos qué decir Pero no lo haremos, (entre otras cosas porque no es rentable y) porque la pobreza es culpa de los pobres y son los pobres los culpables de la situación del país y de ellos mismos, en realidad todos los que los tratan de sacarlos de su pobreza no han comprendido “la baja calidad ideológica de nuestras baratijas” (…) “También yo sé, todos en esta mesa sabemos cómo sacar aplausos de ustedes. Lo sé hacer, lo he hecho y lo he hecho bien, pero a la vista de los resultados obtenidos en estos últimos 15 años, no lo volveré a hacer,” ahora sacaré los aplausos de quien paga mejor: Los ricos y poderosos.

Finalmente, expresamos al Sr. González nuestra felicitación por haber tenido éxito pisando por encima de los cadáveres de sus compañeros “que no fueron los miles que dicen” y le deseamos que siga teniendo noches de sueño tranquilo.