martes, 20 de abril de 2010

CINISMO

Por Mario Andrés Aquino López

EE.UU. critica juicio de disidente chino Liu Xiaobo y en Washington, La administración Obama ha dicho que el juicio y la sentencia que se producirá próximamente en el caso del disidente chino Liu Xiaobo es "impropio de un gran país" e instó al gobierno chino a que transforme su relación con el pueblo y se mantenga al día con el dinamismo que está dando forma al siglo XXI. Escribe Stephen Kaufman, Redactor del Centro de Noticias del Gobierno estadonidense.

Por su, parte PJ Crowley, secretario de Estado adjunto para Asuntos Públicos, dijo a periodistas el 23 de diciembre que el caso de Liu es "claramente un juicio político que seguramente derivará en una condena política".

Por algo, me recordó la frase de Jesús de Nazaret: “... y el que se sienta libre de toda culpa... que arroje la primera piedra…” se refería a que, quien tuviese autoridad moral para juzgar y condenar a la "adúltera", que fuera el primero en lapidarla.

“Autoridad moral” es un concepto difícil de aplicar, porque al parecer la autoridad moral surge del propio actuar. Así, alguien carecería de autoridad moral cuando pretende que otro se comporte de una forma como él mismo no ha sido capaz de comportarse.

No obstante, la fuerza de la autoridad se halla en la autoridad moral, conquistada no por decretos o investiduras externas, ni mucho menos por imposiciones o castigos, sino por la coherencia entre el decir y el hacer, entre el hacer y ser. La autoridad moral no puede ser fabricada ni exigida.

En el caso de los Estados Unidos de América, me refiero a todas las víctimas colaterales de su ejército, muchos civiles europeos en Yugoslavia, más civiles muertos en la ocupación de Irak, miles de civiles muertos en todos los conflictos israelíes que tapujan con acuerdos de reconciliación y vetos al Consejo de Seguridad de la ONU, sin olvidar a los centenares de miles o millones de ancianos, mujeres y niños huyendo de la guerra.

Además, de todas las invasiones incluidas dos a México, una a Grenada (casi olvidada por los historiadores); Panamá, lugar de donde sacaron a su Presidente electo democráticamente, lo encarcelaron y aún lo tienen prisionero, protección a gobiernos genocidas, participación en las “guerras sucias” de los países latinoamericanos con asesoría, armas y entrenamiento incluso para realizar torturas, hasta llegar a esa simpática (si no fuera tan trágica) manera de conseguir un Nobel y lograr la paz en Afganistán, que se encuentra cerca de su gran enemigo Irán ¿no será para poner pertrechos, armas y hombres cerca de su enemigo en prevención de una futura invasión a Irán?

Pero la paz en Afganistán no llega ni llegará por la fuerza, no soportarán la “pax” americana los sufridos afganos que han soportado siglos de privaciones, amenazas de los soviéticos (cuando existían) y de sus poderosos países vecinos, por ello son expertos en vivir en cuevas, en climas extremos y en luchas de guerrillas ya que no cuentan con un ejército regular.
Pedirle a otro que se comporte como no nos comportamos, que deje de hacer el mal que nosotros prodigamos es simplemente cinismo.

FIN

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