Un veterano policía de Cambridge, únicamente identificado como el “sargento Crowley” detuvo a Henry Louis Gates quien tiene alrededor de 50 años, usa bastón y es un renombrado investigador afroamericano de la Universidad de Harvard, experto en asuntos afroamericanos; el arresto ocurrió en la propia casa de Gates, donde lo esposo y lo consignó.
Ocurre que al profesor se le dificultó abrir la puerta y decidió forzar la cerradura de SU casa, pero una vecina llamó al 911 por un posible robo en la residencia de Gates en Cambridge.
El abuso no hubiera tenido mayor relevancia y quizá lo hubieran soltado luego de alguna advertencia (de todos modos no presentaron cargos en su contra), pero el Presidente Obama mostrando su novatez dijo que la actitud del policía era: “estúpida”.
En eso estamos de acuerdo usted y yo, quizá lo hubiera conducido a la comisaria o le hubiera dado un citatorio, pero esposarlo y detenerlo por forzar la puerta de SU casa es ridículo.
Claro que el policía dice que lo detuvo por “conducta escandalosa”, la verdad es que el sargento le pidió su identificación al Profesor y éste se la mostró, luego, el Profesor le pidió al Sargento que le enseñara la suya –con todo derecho por cierto- pero el policía se ofendió, se hicieron de palabras y ganó la fuerza.
Si bien estamos de acuerdo que es una actitud estúpida, eso, no lo puede decir el Presidente de los Estados Unidos, y menos a un miembro de una organización que se mueve como una mafia y se hace llamar a sí misma: el “muro azul”, aludiendo a su cohesión y al color de su uniforme.
Quien detuvo a Gates perdió la cabeza, olvidó que el uniforme no le da derecho a negar al ciudadano su identificación, así sea su placa.
Lo que sí recordó fueron sus clases de sicología que enseñan que las “esposas” suelen pacificar a los detenidos y los ponen en una situación de humillación y desventaja con respecto a la policía, lo cual está bien si es un presunto criminal o el protagonista de un disturbio domestico, al menos.
En relación al uso de las “esposas”, es bueno saber que un libro de texto para la policía americana dice respecto al sometimiento de un detenido (quien por cierto se presume inocente):
“el castigo y el refuerzo negativo o el refuerzo positivo pueden funcionar en la misma situación.
Por ejemplo, esposar a un sospechoso agitado y verbalmente abusivo: En esta situación, el castigo es operativo en lo referente al comportamiento del sospechoso (su abuso verbal es consecuencia de un estímulo de hostilidad, siendo esposado); en la misma situación es un refuerzo negativo en lo referente al comportamiento del oficial; y es positivo porque el oficial responde al refuerzo negativo, considerando que es más probable que al esposar a un sospechoso éste detenga su abuso verbal.” (Introduction to Psychology for Law Enforcement . by Shahé Kazarian, PhD. Emond Montgomery Publications 2001).
Sin embargo olvidó que el mismo libro dice en su introducción: “Para realizar estas complejas tareas (policiacas)... los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley deben tener también comunicación, resistencia, motivación, el papel de la adaptabilidad y la capacidad de resolución de problemas... deben ser honestos, confiables…deben respetar la ley y los derechos de los demás...”
Claro que todos los colegas de Crowley, en especial los blancos, se unieron a él y exigieron al Presidente de la República una disculpa.
Otra vez, el Presidente Obama se equivocó, llamó a las dos partes en pugna a “tomarse una cerveza en la Casa Blanca”.
Esa es una actitud muy al estilo americano, pero no es propia del Presidente que no debe convertir la Casa Blanca en una taberna para solucionar un exceso policíaco, un abuso verbal del Profesor y un ex abrupto del propio Obama.
Es clásico que luego de una disputa, un grupo de amigos se reúnan a tomar una cerveza y a disculparse mutuamente, es el Amercian Way of life.
Lo positivo del asunto, es que salió a la luz que sin importar que un negro esté en la Casa Blanca, los policías blancos seguirán abusando de su poder con los negros y que el asunto del racismo en Estados Unidos no está olvidado, sigue vivo y duele.
Lo negativo, es que los policías abusen de su uniforme y se sientan por encima de los ciudadanos, eso ocurre por supuesto, en todo el mundo, pero en los Estados Unidos tiene la característica de que la policía está organizada informalmente como una “hermandad” que une a todos los policías y constituye ese “muro azul” en el que estuvo a punto de estrellarse Obama, porque se olvidó del "way of life american police's".
El show estuvo bueno e hizo olvidar que el FBI arrestó en Nueva Jersey, a 44 personas relacionadas con una red de corrupción y venta de órganos, entre los que estaban dos miembros de la Asamblea estatal y cinco rabinos.
FIN del reality show.
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